

Mejora el aislamiento en tu vivienda con la reforma
Uno de los problemas o inconvenientes más frecuentes que nos encontramos a la hora de entrar a vivir en una casa es la falta de aislamiento; bien sea de tipo térmico con estancias inusualmente calurosas o frías, bien sea el aislamiento acústico donde escucharemos demasiado “bien” los ruidos de algunos molestos vecinos.
Mejorar el aislamiento de nuestra casa nos hará ahorrar en la factura de la luz y de la calefacción. Es así, es un hecho. Colocar un buen aislamiento en el perímetro de nuestro hogar supondrá un ahorro considerable en las facturas anuales y además, disfrutaremos más de nuestra casa al sentirnos más confortables en todas las estancias.
Cuando hablamos de confort térmico no sólo nos referimos a evitar en gran medida el frío del invierno, si no también, a las subidas de temperatura en el interior propias del estío. Gracias a las nuevas tecnologías, los materiales aislantes no necesitan los espesores de antes para tener buenos rendimientos que nos desanimaban al pensar que hacer un trasdosado para colocar un aislamiento iba a suponer una gran pérdida de superficie útil en la habitación. Hoy en día, existen aislamientos de alto rendimiento con espesores milimétricos y capacidades reflectantes que actúan perfectamente tanto en verano como en invierno y reducen los tiempos de ejecución tradicionales en obra.

Los aislamientos nos proporcionan, además, confort acústico. Cuando colocamos un aislamiento de calidad estamos eliminando parte del ruido que puede provenir de la calle o de ruidos de vecinos. Es importante que elijamos bien el aislamiento en función de la necesidad que queramos cubrir ya que unos funcionarán mejor en una posición que en otra.